Incorporar alimentos ricos en antocianinas en nuestra dieta se ha relacionado con efectos anticancerígenos y antiinflamatorios, y con la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. Pero ¿Qué son las antocianinas? Son un grupo de pigmentos antioxidantes que promueven la polinización de las flores y protegen las plantas de los daños causados por la luz y la deshidratación.
Las antocianinas son las culpables de los tonos del rojo al azul de las flores y las frutas. De tal forma que manzanas, peras, melocotones, albaricoques, ciruelas, cerezas y fresas, todas frutas de la familia de las rosáceas, constituyen una valiosa fuente de antocianinas, contenidas en su piel y pulpa.
Las ciruelas presentan una gran variación de colores, incluyendo tonos y patrones, con variedades que van desde el verde y amarillo, sin antocianinas, hasta el rojo, el violeta o el azul, que son las más ricas en estos antioxidantes
Dentro de los cultivos de rosáceas, destaca el ciruelo japonés, cuyo producto, la ciruela japonesa, es muy apreciado por su jugosidad. Tanto es así que es la más abundante del mercado para su consumo directo en fresco, y España es uno de sus mayores productores dentro de la Unión Europea, con árboles cultivados principalmente en Extremadura, Andalucía y Murcia.
Las ciruelas presentan una gran variación de colores, incluyendo tonos y patrones, con variedades que van desde el verde y amarillo, sin antocianinas, hasta el rojo, el violeta o el azul, que son las más ricas en estos antioxidantes. Y es que, como hemos señalado anteriormente, la presencia y acumulación del pigmento antioxidante antocianina define el tono de las ciruelas.
A la vista de que el color de la ciruela tiene un impacto importante para su calidad nutricional, no es de extrañar que exista un interés considerable en mejorar estos cultivos, para obtener nuevas variedades que den frutos con colores y tonos que hagan de este alimento un producto de lo más saludable.
Qué hace que las ciruelas tengan antocianinas en la piel
En este sentido, recientemente, se ha publicado un estudio en la revista académica Frontiers in Plant Science, que constató que el genoma de la ciruela contiene varias copias de los genes MYB10 (que regulan la síntesis de la antocianina) y que las variaciones del ADN en una de estas copias hacen que las ciruelas tengan antocianinas en la piel (mostrando un color de azul a rojo) o no (presentando un tono amarillo o verde).
El descubrimiento es obra de investigadores del Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG), que forma parte del sistema CERCA de la Generalidad de Cataluña, y de científicos del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), adscrito al Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalidad de Cataluña.
Este nuevo estudio proporciona una herramienta muy eficiente para la selección temprana de frutas coloreadas y no coloreadas en los programas de mejora de la ciruela japonesa
Este nuevo estudio proporciona una herramienta muy eficiente para la selección temprana de frutas coloreadas y no coloreadas en los programas de mejora de la ciruela japonesa, un avance alineado con los objetivos del Año Internacional de las Frutas y Verduras (AIFV), designado por la Asamblea General de la ONU, que tiene como objeto aumentar la eficiencia de los sistemas alimentarios de frutas y promover una nutrición saludable a través de su consumo.
Predecir el color de la piel de la ciruela
Al respecto, Maria José Aranzana, investigadora del IRTA a cargo de este trabajo, ha explicado que hemos identificado las variantes genéticas que hacen que las antocianinas se acumulen o no en la piel de la ciruela japonesa. Esto significa que, con solo estudiar el ADN de las plántulas recién germinadas, podemos predecir de forma eficiente el color de la piel de sus futuras frutas, lo que nos permite descartar rápidamente todas las plántulas que producirán frutas verdes”.
Con solo estudiar el ADN de las plántulas recién germinadas, podemos predecir de forma eficiente el color de la piel de sus futuras frutas
Para continuar diciendo que “gracias a este cribado temprano, necesitaríamos una superficie de cultivo más pequeña y menos recursos (hídricos, nutricionales, fitosanitarios y humanos) para obtener la nueva variedad deseada de ciruela rica en antocianinas, con los consiguientes beneficios económicos y medioambientales".
