Los arqueólogos han encontrado evidencia en un sitio de excavación en Jerome, cerca del noreste de Irak, de que los pistachos eran un alimento común ya en 6750 a. C. Luego, por razones desconocidas, estos frutos cayeron en el olvido hasta el año 2000 a. C., cuando la zona del Oriente Próximo brotó y se redescubrieron e incluso se cultivaron alimentos menos comunes, como los pistachos. Se decía que los jardines colgantes de Babilonia contenían pistachos durante el reinado del rey Merodach-baladan, alrededor del 700 a. C.
Su aparición en el Antiguo Testamento
Junto con las almendras, los pistachos disfrutan de una rara mención en el Antiguo Testamento como los dos únicos frutos secos que se encuentran en la Biblia. “Entonces su padre, Jacob, finalmente les dijo: “Si debe ser, entonces hagan esto: pongan algunos de los mejores productos de la tierra en sus bolsas y lléveselos al hombre como obsequios: un poco de bálsamo, un poco de miel, algunas especias y mirra, algunos pistachos y almendras”.
En las colinas rocosas de Palestina y el Líbano, los pistachos crecían silvestres, sus preciados frutos se recolectaban y comían crudos o llevados a casa y fritos con sal y pimienta
En las colinas rocosas de Palestina y el Líbano, los pistachos crecían silvestres, sus preciados frutos se recolectaban y comían crudos o llevados a casa y fritos con sal y pimienta. No se desperdiciaba mucho en la antigüedad. Incluso el aceite de pistacho se prensaba y se utilizaba para cocinar y para dar sabor a los postres. Asimismo, tuvieron y tienen protagonismo en los sabrosos postres históricos como Baklava, Nougat y Turkish Delight, donde es el ingrediente principal. En los tiempos bíblicos, los pistachos picados se agregaban a las compotas de frutas, los budines y los rellenos, mientras que las nueces en su forma molida agregaban cuerpo y sabor a las salsas.
Grandes viajeros
Por otro lado, los pistachos eran grandes viajeros que resistían bien su traslado hasta países lejanos, de tal forma que viajaron desde Persia hasta China, a través de la Ruta de la Seda.
Cuando los árabes se establecieron en el sur de España y en Sicilia durante la época medieval, introdujeron muchos alimentos de sus tierras nativas. De tal forma que transportaron semillas o árboles de pistacho a estas regiones, cuyos frutos exportaban a Europa de forma regular.
Los comerciantes de Francia tenían una amplia oferta para cualquiera que estuviera dispuesto a derrochar en las maravillas verdes
Aunque eran muy costosos, los comerciantes de Francia tenían una amplia oferta para cualquiera que estuviera dispuesto a derrochar en las maravillas verdes. Durante el siglo XVI, los pistachos llegaron a Inglaterra, donde no obtuvieron un gran éxito gastronómico.
El pistacho hoy en España
Actualmente, la superficie de cultivo de pistacho en España no para de crecer. De tal manera que, en los años 2019 y 2020, ha aumentado un 37%,, según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). De las 44.244 hectáreas registradas por el MAPA el año pasado, 27.962 se encuentran en secano y 16.282 corresponden a plantaciones en regadío.
El aumento de la superficie es del 3.600% en la última década en España, pasando de 1.200 hectáreas en 2010 a las más de 44.000 en 2020
Sin embargo, si echamos la vista más atrás, el aumento de la superficie es del 3.600% en la última década en España, pasando de 1.200 hectáreas en 2010 a las más de 44.000 en 2020.
Pese a este incremento de la superficie, la oferta de pistacho nacional es todavía insuficiente para satisfacer las necesidades de las empresas españolas que demandan este fruto seco.
En España, se consumen actualmente 8,5 millones de kilogramos de pistacho al año, teniendo que importar el 90% del producto de otros países.
Se espera un crecimiento exponencial de la producción nacional de este fruto seco en los próximos años, gracias a las buenas rentabilidades que ofrece a los productores
Debido a la innovación tecnológica que rodea actualmente a este tipo de cultivos leñosos, unido a un manejo que facilita la optimización de los recursos y la eficiencia en el uso de insumos, se espera un crecimiento exponencial de la producción nacional de este fruto seco en los próximos años, gracias a las buenas rentabilidades que ofrece a los productores.
El cultivo de pistacho se adapta bien a las condiciones climáticas del territorio nacional y puede ser un buen sustituto de otros, como la almendra y el olivo, ya que requiere condiciones muy similares en cuanto a clima, suelo y labores.