Qué es la ecolocalización y quiénes la utilizan

La ecolocalización es una técnica usada por murciélagos, delfines y otros animales para determinar la ubicación de objetos utilizando el sonido reflejado. Esto permite que se muevan en la oscuridad total, para poder navegar, cazar, identificar amigos y enemigos y evitar obstáculos.

Francisco Mora

Los murciélagos son animales que usan la ecolocalización.
Los murciélagos son animales que usan la ecolocalización.

La ecolocalización se produce cuando un ser vivo emite un sonido que rebota en los objetos del entorno, devolviendo ecos que proporcionan información sobre el espacio circundante.

Se sabe que los murciélagos, las ballenas, los delfines, algunas aves como el guácharo nocturno y algunos vencejos, algunas musarañas y el tenrec de Madagascar usan la ecolocalización. Los humanos también.

Para los delfines y las ballenas dentadas, esta técnica les permite ver en aguas fangosas o en las oscuras profundidades del océano

Para los delfines y las ballenas dentadas, esta técnica les permite ver en aguas fangosas o en las oscuras profundidades del océano, e incluso puede haber evolucionado para que puedan perseguir calamares y otras especies de buceo profundo.

Si la señal golpea algo, el sonido reflejado se capta a través de la mandíbula inferior del animal y se transmite a sus oídos. Los sonidos de la ecolocalización son tan fuertes que los oídos de estos animales están protegidos. Usan este método para calcular la distancia, dirección, velocidad, densidad y tamaño de un objeto.

Los sonidos de la ecolocalización son tan fuertes que los oídos de los delfines están protegidos.
Los sonidos de la ecolocalización son tan fuertes que los oídos de los delfines están protegidos. Foto: IStock.

De esta manera, con la ecolocalización, los delfines pueden detectar un objeto del tamaño de una pelota de golf a una distancia de un campo de fútbol, ​​mucho más lejos de lo que pueden ver. Además, a través de este sistema, un delfín también puede diferenciar entre especies.

¿Cómo usan los murciélagos la ecolocalización?

Los murciélagos emiten sonidos de ecolocalización desde la laringe y los emiten por la boca. Afortunadamente, la mayoría son demasiado agudos para que los humanos los escuchen: algunos murciélagos pueden emitir gritos de hasta 140 decibelios, tan fuerte como un motor a reacción a 30 metros de distancia.

Para evitar ser ensordecido por sus propias llamadas, este animal apaga su oído medio justo antes de llamar, restaurando su audición una fracción de segundo más

Para evitar ser ensordecido por sus propias llamadas, este animal apaga su oído medio justo antes de llamar, restaurando su audición una fracción de segundo más tarde para escuchar los ecos.

Los murciélagos emiten sonidos tna fuerte como un motor a reacción a 30 metros de distancia.
Los murciélagos emiten sonidos tan fuerte como un motor a reacción a 30 metros de distancia. Foto: IStock.

¿Cómo utilizan otros animales la ecolocalización?

El guácharo está activo durante la noche, y algunos vencejos comedores de insectos se posan en cuevas oscuras, por lo que tiene sentido que hayan desarrollado la capacidad de ecolocalización. Ambos usan clics agudos y audibles para navegar a través de la oscuridad.

Los tenrecs, parecidos a musarañas, ecolocalizan en la noche usando chasquidos de lengua

Algunas musarañas nocturnas utilizan chirridos ultrasónicos para explorar su entorno oscuro, y los tenrecs, parecidos a musarañas, ecolocalizan en la noche usando chasquidos de lengua, posiblemente para encontrar comida. Por su parte, los erizos usan silbatos ultrasónicos, tienen un oído excelente y viven en hábitats similares a los anteriores, pero aún no se ha podido confirmar que usen la ecolocalización.

La ecolocalización en humanos

Hasta hace muy poco, se asumía que la ecolocalización en humanos era algo principalmente limitado a las personas invidentes, ya que, posiblemente, necesitarían un oído más fino y entrenado que el de un sujeto estándar.

Hasta hace muy poco, se asumía que la ecolocalización en humanos era algo principalmente limitado a las personas invidentes.
Hasta hace muy poco, se asumía que la ecolocalización en humanos era algo principalmente limitado a las personas invidentes. Foto: IStock.

Sin embargo, un estudio reciente ha tratado de arrojar luz sobre esta cuestión. Para ello, tomó participantes tanto invidentes como videntes para su estudio, todos ellos con edades comprendidas entre los 21 y los 79 años. Estos sujetos fueron sometidos a un riguroso entrenamiento de diez semanas para dominar los rudimentos de la ecolocalización.

Los resultados no parecieron mostrar una gran diferencia en el desempeño de ambos grupos, habiendo sujetos videntes que consiguieron alcanzar un rendimiento superior al de la media de personas ciegas

Posteriormente, se les realizó un seguimiento de tres meses durante los cuales debían seguir poniendo en práctica lo aprendido en su vida diaria, permitiendo así que se estudiara su rendimiento.

Curiosamente, los resultados no parecieron mostrar una gran diferencia en el desempeño de ambos grupos, habiendo sujetos videntes que consiguieron alcanzar un rendimiento superior al de la media de personas ciegas.

Este tipo de investigaciones ayudan a comprender los límites de nuestros sentidos y, potencialmente, a mejorar la calidad de vida de quienes se han visto afectados por algunos de estos problemas.