El extraño dinosaurio lagarto que un día fue pájaro

Los científicos describen una nueva especie de dinosaurio lagarto que hasta el momento había sido identificada como un pájaro gracias a nuevos fósiles conservados en ámbar que han permitido establecer sus características..

Recreación del aspecto en vida de Oculudentavis naga antes de quedar atrapado en resina. Imagen: Stephanie Abramowicz / Peretti
Recreación del aspecto en vida de Oculudentavis naga antes de quedar atrapado en resina. Imagen: Stephanie Abramowicz / Peretti

Un equipo internacional de investigación describe un nuevo espécimen del Cretáceo del género de reptiles Oculudentavis. La morfología comparativa y los análisis filogenéticos demuestran que este género pertenece a un lagarto y no a un pequeño dinosaurio Avià, como se creyó cuando se describió por primera vez. La investigación ha sido publicada en la revista Current Biology.

En marzo de 2020 se describió la nueva especie Oculudentavis khaungraae en un artículo en la revista Nature a partir de un pequeño cráneo de 99 millones de años de antigüedad atrapado en una piedra de ámbar de Myanmar.

Su mandíbula alargada, sus grandes ojos y su caja craneal corta y rodeada hicieron creer al equipo investigador que se encontraban ante el dinosaurio Avia más pequeño que se había encontrado, de un tamaño similar al colibrí más pequeño conocido. El equipo concluyó que esta pequeña criatura supuestamente voladora estaba remotamente emparentada con la famosa ave extinta Archaeopteryx.

El espécimen había sido catalogado por los científicos como un dinosaurio ave (Avia)

Pero después de su publicación, algunos expertos externos se mostraron escépticos sobre la identidad del animal y rápidamente se llevaron a cabo estudios que cuestionaban esta interpretación. La evidencia definitiva debía llegar al poco tiempo en la forma de un segundo espécimen extraordinariamente bien conservado.

En 2019, Arnau Seta, investigador Juan de la Cierva en el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), conjuntamente con Juan Daza (Sam Houston State University), Edward Stanley (Florida Museum of Natural History), Susan Evans ( University College London) y otros colegas de diferentes partes del mundo, habían comenzado a trabajar con un espécimen fósil que procedía de la misma mina.

Especimen de dinosaurio lagarto en ambar.
Especimen de dinosaurio lagarto en ambar.

Semanas antes, Adolf Peretti había contactado con Juan Daza para mostrarle una gran variedad de fósiles en ámbar y uno de ellos incluía un cráneo y algunas partes del esqueleto: un pequeño fragmento de la columna vertebral y de la cintura escapular. El equipo investigador estaba entusiasmado porque el fósil mostraba algunas características morfológicas que no habían visto nunca antes.

"El espécimen nos desconcertó a todos al principio porque si se trataba de un lagarto aquel era muy, muy extraño!", Dice Seta. Algunos meses después conocieron en un encuentro científico la existencia del holotipo de Oculudentavis.

El primer artículo fue retirado por sus autores y la nueva especie se desvaneció, si más no, como pájaro

Esto les permitió terminar su estudio y concluyó que ambos especímenes podían considerarse, sin lugar a dudas, como miembros del mismo género de lagarto. Finalmente, en julio, el artículo que había descrito Oculudentavis khaungraae como un ave fue retirado por sus autores, por lo que la nueva especie se desvaneció. Si mas no, como pájaro.

El estudio de este segundo espécimen permitió describir la nueva especie Oculudentavis naga, un homenaje a los 'Naga', grupos étnicos nativos de noreste de la India y en el noroeste de Myanmar.

Imagen tomográfica del dinosaurio lagarto.
Imagen tomográfica.

Ambos fósiles (los holotipos de O. Naga y O. khaungraae) fueron segmentados digitalmente mediante un escáner de microtomografía computarizada para obtener imágenes detalladas de cada uno de los huesos individuales y para estudiar mejor las diferencias entre ellos. El estudio ha sido publicado en la revista Current Biology.

"En el momento en que obtuvimos las primeras imágenes tomográficas comenzamos una lluvia de ideas sobre de qué animal podía tratarse", explica Juan Daza, profesor asistente de ciencias biológicas en la Sam Houston State University.

La nueva especie de lagarto fue descrita gracias a un nuevo fósil en ámbar

"Al final, el estudio detallado y nuestros análisis nos ayudaron a aclarar su posición". El equipo también determinó que ambos cráneos se habían deformado durante el proceso de fosilización. El morro de O. khaungraae había estrechado y recordaba el pico de un ave, mientras que el cráneo de O. naga se había comprimido. E

stas deformaciones reforzaban las características aviares de uno de los cráneos y las reptilianas del otro. "Imagina que pellizcamos la nariz de un lagarto de forma que adquiere una forma triangular. Se parece mucho al de un pájaro!", Comenta el coautor del estudio Edward Stanley, director del Florida Museum of Natural History s Digital Discovery and Diseminación Laboratory.

craneos (1)

El proceso de fosilización había deformado el cráneo, haciéndolo similar al de un ave

"Hemos concluido que ambos especímenes son bastante similares como para pertenecer al mismo género, Oculudentavis, pero presentan una serie de diferencias que sugieren que se trata de especies diferentes", explica Seta.

Oculudentavis se distingue de otros lagartos por diferentes rasgos, como el morro con una cresta afilada, las mandíbulas muy largas formadas por una porción dentaria larga y postdentaria muy corta, o la configuración del paladar.

Estas y otras características morfológicas lo convierten en un lagarto de aspecto extraño, pero algunas características clave como el tipo de implantación de los dientes, la forma del hueso escamoso o la forma como la mandíbula inferior se articula con el cráneo, son evidencias suficientes para identificarlo como tal.

Fuente: ICP