Un hallazgo cambia por completo las teorías sobre el origen de los primates en Sudamérica

Un grupo de científicos descubre en la selva tropical entre Perú y Brasil cuatro molares fosilizados que demostrarían que varios primates viajaron de África a América del Sur hace 35 millones de años.

Mundo Geo

Cuatro dientes reescriben la historia evolutiva de los primates en Sudamerica. Eric Seiffert / SINC
Cuatro dientes reescriben la historia evolutiva de los primates en Sudamerica. Eric Seiffert / SINC

Hasta ahora, los primatólogos debatían sobre si los monos sudamericanos provenían de América del Norte o de África. Para decantar la balanza para uno u otro lado solo faltaba una evidencia fósil que no admitiese dudas. Ahora la hay. En 2005, científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET)  identificaron en el yacimiento fósil de Santa Rosa, en Perú, dos dientes de un primate que apuntaban la posibilidad de unos ancestros africanos, y en 2016, una nueva expedición condujo al descubrimiento de otros dos dientes más pertenecientes a esta nueva especie.

Sin embargo, ha sido ahora cuando Erik R. Seiffert, paleobiólogo de Universidad del Sur de California y uno de los autores del artículo publicado por la revista Science, ha demostrado la similitud de los dos molares superiores rotos con una extinta especie de mono Parapithecidae que había vivido en Egipto hace 32 millones de años que había sido estudiado previamente. El parecido de estos dientes inferiores adicionales con los de los dientes de mono egipcio confirmó a Seiffert que Ucayalipithecus perdita era descendiente de ancestros africanos.

“Es la única evidencia de que estos animales africanos hayan estado en el hemisferio occidental”, ha declarado Seiffert a la agencia SINC. “Son cuatro molares superiores de uno o varios monos parapitécidos, una familia de primates que vivió en Egipto, Libia y Tanzania y que se extinguió hace 23 millones de años”.

El hallazgo cambia completamente el panorama que se tenía del origen de los primates sudamericanos

Esta familia de primates ha sido identificada por los científicos como Ucayalipithecus perdita, una especie de monos pequeño tamaño cuyo nombre significa "mono perdido de Ucayali". “Calculamos que pesaba entre unos 100 y 360 gramos", ha señalado Mariano Bond, investigador independiente del CONICET en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (FCNyM –UNLP). “No sabemos si los dientes eran de un solo individuo. Muy probablemente eran de varios”.

Una travesía épica

La forma en la que estos monos lograron cruzar el océano es un enigma. Por entonces, la Tierra era bastante diferente de los que es hoy. Hace 35 millones de años, Sudamérica era una gran isla, aislada geográficamente de otras regiones. Y África se encontraba a una distancia de entre unos 1.500 y 2.000 kilómetros. Ambas masas de tierra se fracturaron hace 110 millones de años, mucho antes de la evolución de los primates.

Los monos tití de Sudamérica proceden de África. iStock
Los monos tití de Sudamérica tendrían su origen en África. iStock

Es muy posible que fueran arrastrados por algún huracán, un tsunami o una tormenta tropical muy fuerte que desprendió algunos árboles y la vegetación suficiente para formar una isla flotante. Sería así como estos animales atravesaron los 2.000 kilómetros de mar abierto y en alrededor de dos semanas llegaron a la costas de lo que hoy es Brasil. Una vez allí, comenzaron la colonización del continente.

Las evidencias fósiles demuestran que el viaje era posible. Hay muestras de que varios tipos de roedores lograron atravesar grandes masas de agua

La travesía de Ucayalipithecus perdita habría sido épica. Aunque no es la primera vez que se descubren registros de “rafting transatlántico”, como lo llaman los investigadores. La evidencia fósil muestra que roedores como carpinchos, conejillos de indias y chinchillas en otras ocasiones atravesaron grandes masas de agua. Y se presume que a lo largo del tiempo se dieron distintas oleadas inmigratorias que poblaron el subcontinente con distintas especies de animales. "En los años 70 se hicieron estudios que buscaban entender cuánto tiempo un mono pequeño podía sobrevivir en estos viajes y se encontró que ciertos animales podían sobrevivir 14 días sin comer”, ha declarado a SINC la bióloga peruana Fanny M. Cornejo, de la Universidad de Stony Brook en Nueva York. 

Un debate que divide a los especialistas

El origen, evolución y dispersión de los antropoides —los primates en los que se incluyen los humanos, los monos y los grandes simios— por el planeta es un gran debate que divide a los especialistas. Estos antiguos monos debieron lograr adaptarse rápidamente a las duras condiciones para no solo sobrevivir al cruce atlántico, sino, además, conseguir invadir un nuevo territorio y asentarse en una zona ubicada a más de 4.000 kilómetros de distancia del área donde desembarcaron.

A su llegada, los primates que atravesaron el Océano Atlántico —un océano más estrecho pero turbulento en ese momento en el que los niveles del mar habían caído— habrán tenido que ajustar inmediatamente su comportamiento para competir por el territorio y buscar alimentos en un ambiente para ellos desconocido.

La investigación reafirma que los monos tití, los monos araña y los monos aulladores sudamericanos son de origen africano

“Esta investigación reafirma que los monos tití, los monos araña y los monos carayá o aulladores sudamericanos son de origen africano”, sostiene Bond. Es decir, este estudio apoyado por The Leakey Foundation muestra que los antepasados de los monos del Nuevo Mundo eran migrantes accidentales de África que sobrevivieron al viaje.

Según las investigaciones, el sitio en Ucayali donde se encontraron los dientes es de una época geológica conocida como el Oligoceno, que se extendió hace entre 34 y 23 millones de años, por lo que se estima que la migración podría haber ocurrido hace unos 34 millones de años.

“La excavación de fósiles en la Amazonía es diferente que en otras áreas más áridas y abiertas, donde se recorre el terreno y se encuentran fragmentos de cráneos aflorando de la superficie. En esta zona selvática, en cambio, hallar algo es más como encontrar una aguja en un pajar”, afirma Cornejo. Por eso, desde los 90, paleontólogos como el estadounidense Kenneth Campbell, ornitólogo del Museo de Historia Natural de Los Ángeles, quien ha trabajado en colaboración con científicos locales desde comienzos de los años 80 del siglo pasado, implementaron otra estrategia: la de ir a sitios en la Amazonía donde ha habido gran actividad tectónica, como a esta zona en la frontera de Perú con Brasil donde el levantamiento de una cordillera previa a la Cordillera de los Andes hizo que muchas de las capas más antiguas quedaran visibles.

Molares hallados en Perú
Pequeños dientes molares de Ucayalipithecus perdita, hallados en la localidad de Santa Rosa, Perú. Crédito: Erik Seiffert/SINC

“En el lecho del río, se pica la piedra y se encuentran mezclados con sedimentos fósiles de diversos animales”, explica Cornejo. “Como si uno fuera un buscador de oro de comienzos del siglo pasado, en la playa se tamiza el material o se extraen bloques para su análisis en el laboratorio. Es un trabajo arduo pero en este caso dio sus frutos”. Así fue cómo en los laboratorios de la Universidad del Sur de California y de la Universidad de Stony Brook en Nueva York aparecieron estos pequeños dientes.

Con este nuevo panorama, los investigadores peruanos, argentinos y estadounidenses que forman el equipo de investigación aspiran a realizar nuevos hallazgos en esta localidad de Perú, conocida por ser el sitio con los registros más antiguos de primates de Sudamérica.

Fuente: SINC 

Referencia. A parapithecid stem anthropoid of African origin in the Paleogene of South America/Science