Un incendio forestal destruye edificios del Observatorio Nacional de Kitt Peak en Arizona

Un incendio al sur de Arizona ha alcanzado el Observatorio Nacional de Kitt Peak, destrozando cuatro edificios, aunque ninguno de las docenas de telescopios del complejo ha resultado dañado.

Una imagen del incendio de Arizona, desde el Observatorio Kitt Peak.
Una imagen del incendio de Arizona, desde el Observatorio Kitt Peak.

Los astrónomos observaron con miedo durante la semana pasada cómo un creciente incendio forestal se arrastraba por la ladera de una montaña de Arizona hacia el Observatorio Nacional de Kitt Peak, lo que obligó a 40 personas a evacuar el complejo días antes de que el incendio destruyera cuatro edificios.

El incendio, conocido como el incendio de Contreras, ha quemado más de 7.000 hectáreas, haciéndolo con especial virulencia entre las áreas pobladas por indígenas en el estado cerca de Tucson.

En cuanto al observatorio, los científicos podrían no poder regresar a sus trabajos en unas semanas, mientras que sus telescopios, que se cuentan por docenas, están seguros, según las autoridades, y solo cuatro edificios, que no se usan para investigar, fueron destruidos.

Este incendio representa una nueva faceta de los desastres climáticos: el peligro de la ciencia y la investigación

Los bomberos han contenido hasta el momento el 40% perímetro del incendio, a pesar de que la excesiva ola de calor del suroeste ralentizó sus esfuerzos. Dado que el fuego no había causado daños extensos en el área, la comunidad indígena de Pan Tak, que había sido evacuada, se está preparando para regresar. No obstante, se prevé que los equipos de bomberos continúen patrullando el área.

Aunque el incendio ha alcanzado su punto máximo y la amenaza para el observatorio parece haber disminuido, éste representa una nueva faceta de los desastres climáticos: el peligro de la ciencia y la investigación.

El incendio Contreras
Columna de humo del incendio Contreras, causado por un rayo.
El doctor David Schlegel, astrofísico de un grupo de investigación que trabaja con el telescopio Mayall de vanguardia de Kitt Peak, dijo que un daño por incendio más extenso, que aún podría descubrirse entre los equipos tecnológicos, podría "pausar la progresión de la cosmología en los próximos años".

El incendio, que fue provocado por un rayo, ya representa una interrupción significativa para los científicos y los residentes de la comunidad circundante.

"En lugar de trabajar la semana pasada, en su mayor parte, es como estar en una guerra: estás completamente distraído por lo que está sucediendo", señaló Schlegel. Y agregó que todos observaban el incendio antes de que alcanzara la cresta, pero que en ese momento "no hay absolutamente nada que puedas hacer".

Antes de que el fuego pudiera llegar a las estructuras científicas, los bomberos limpiaron los materiales inflamables a su alrededor, como una forma de protección

Kitt Peak, ubicado en la Nación Tohono O'odham, fue el primer observatorio astronómico en los Estados Unidos financiado por la Fundación Nacional de Ciencias, y es reconocido en todo el mundo como un hito en astronomía, explicó el doctor Schlegel, quien trabaja en el programa Dark Energy Spectroscopic Instrument, que ha utilizado este lugar para mapear el universo por órdenes de magnitud. Simplemente ensamblar la tecnología requirió unas 600.000 piezas ordenadas a medida, detalla.

Antes de que el fuego pudiera llegar a las estructuras científicas, los bomberos limpiaron los materiales inflamables a su alrededor, como una forma de protección. Pero la exposición a altas temperaturas podría haber afectado al equipo de manera que no se ha notado de inmediato.

El observatorio es reconocido en todo el mundo como un hito en astronomía.
El observatorio es reconocido en todo el mundo como un hito en astronomía. Foto: IStock.

"Probablemente, habrá daño por humo o infiltración de polvo en el telescopio y el instrumento", apuntó Schlegel. Pero, añadió que si algo de eso causara que el observatorio dejara de operar durante unos meses, "eso sería preferible a tener que comenzar de nuevo".

Los edificios que fueron dañados son principalmente los dormitorios donde los investigadores y estudiantes dormían después de pasar noches enteras usando telescopios y otros equipos.

La doctora Michelle Edwards, directora asociada del observatorio, visitó el observatorio, acompañada por equipos de extinción de incendios, y comentó que observó "fuego disperso en la cima de la cumbre" y daños en la carretera que conduce a la montaña, así como en los sistemas eléctricos.

Es posible que los científicos no puedan regresar durante al menos seis semanas, a menos que un cambio importante en el clima, como una tormenta eléctrica, ayude a sofocar el incendio

Es posible que los científicos no puedan regresar durante al menos seis semanas, a menos que un cambio importante en el clima, como una tormenta eléctrica, ayude a sofocar el incendio, indicó.

El observatorio ha permanecido cerrado al público desde el inicio de la pandemia por respeto a las políticas de reunión social de la tribu Tohono O'odham. La Nación redujo esas precauciones el 1 de junio, y Edwards había comenzado a planificar su reapertura. Ahora, esta fecha se retrasa, anunció la directora.

Centro de visitantes en el Observatorio Nacional Kitt Peak en Arizona, que se encontraba cerrado durante el incendio.
Centro de visitantes en el Observatorio Nacional Kitt Peak en Arizona, que se encontraba cerrado durante el incendio. Foto: IStock.

Por su parte, Evgenya Shkolnik, profesora asociada de astrofísica en la Escuela de Exploración de la Tierra y el Espacio de la Universidad Estatal de Arizona, reveló que sus estudiantes realizan investigaciones en el observatorio y que perder el acceso es un duro golpe para ellos.

Cuando los telescopios se ven amenazados, "nuestro trabajo se ve amenazado", declaró Shkolnik. "Pero, también, puede ser muy emocional. También tenemos recuerdos maravillosos allí. Hemos entrenado a nuestros estudiantes, nos hemos entrenado a nosotros mismos y hemos hecho grandes descubrimientos. Tenemos vínculos personales y emocionales con nuestros telescopios".

Fuente: The New York Times.