Próxima parada, ¿Urano?

La NASA debería enviar una misión a Urano, un planeta largamente descuidado, según un informe de un panel de científicos planetarios estadounidenses. La agencia espacial casi siempre sigue el consejo de éstos.

Una sonda estadounidense a Urano (impresión artística) es la misión de máxima prioridad para un influyente grupo de científicos planetarios.
Una sonda estadounidense a Urano (impresión artística) es la misión de máxima prioridad para un influyente grupo de científicos planetarios.

La misión Urano sería la primera desde que la Voyager 2 pusiera rumbo a este planeta helado en 1986. La expedición podría revelar cómo éste, sus anillos y sus lunas se formaron y evolucionaron durante miles de millones de años.

Urano está lleno de misterios científicos, como por qué gira casi de lado y cómo desarrolló un campo magnético complejo

"Esta misión será absolutamente transformadora", declara Amy Simon, científica planetaria del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, quien trabajó en el informe del 19 de abril, publicado por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos, en Washington DC. Urano está lleno de misterios científicos, como por qué gira casi de lado y cómo desarrolló un campo magnético complejo. En términos más generales, su estudio podría proporcionar información sobre planetas que orbitan otras estrellas. No hay que olvidar que, de los más de 5.000 exoplanetas conocidos, los más comunes son del tamaño de Urano.

Algunos científicos planetarios han pedido recientemente a las agencias espaciales que envíen una misión importante a Urano o Neptuno, que también fue visitada por última vez por la Voyager 2, en 1989. Ambos planetas son "gigantes de hielo", formados por grandes cantidades de material helado que se arremolinan alrededor de un pequeño núcleo rocoso. Pero, Neptuno no pasó el corte en el informe. "Urano ocupó un lugar más alto porque es tecnológicamente alcanzable en este momento", apunta Simon.

La rara oportunidad de llegar a los gigantes de hielo entusiasma a los científicos

Una misión de Urano podría lanzarse a bordo de un cohete comercial Falcon Heavy, un tipo de vehículo de lanzamiento que ya está operativo. El lanzamiento podría llegar en 2031, la primera fecha en la que se podría diseñar y construir una nave espacial, si se financia por completo. Una misión a Neptuno, que está más lejos de la Tierra que Urano, probablemente requeriría un cohete más grande, como el Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA, que aún no ha volado.

Estas dos imágenes de Urano, una en color verdadero y la otra en color falso, fueron recopiladas a partir de imágenes devueltas el 17 de enero de 1986 por la cámara de la Voyager 2.
Estas dos imágenes de Urano, una en color verdadero y la otra en color falso, fueron recopiladas a partir de imágenes devueltas el 17 de enero de 1986 por la cámara de la Voyager 2. Foto: NASA.

El informe propone una misión que lanzaría una sonda hacia Urano para explorar misterios, como qué impulsa los poderosos vientos que soplan a través de su atmósfera, compuesta de hidrógeno, helio y metano. La nave espacial principal pasaría años volando alrededor del planeta, reuniendo observaciones sobre características como el campo magnético que probablemente alimenta las brillantes auroras de Urano.

La misión exploraría algunas de las 27 lunas conocidas de Urano, tal vez Titania y Oberon, que son lo suficientemente grandes como para tener agua debajo de sus superficies heladas

"Estamos hablando de una misión para estudiar todo el sistema de Urano", señala Mark Hofstadter, científico planetario del Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California.

La misión exploraría algunas de las 27 lunas conocidas de Urano, tal vez Titania y Oberon, que son lo suficientemente grandes como para tener agua debajo de sus superficies heladas, o la Phoebe. Juntos, el orbitador y la sonda "proporcionarán una notable amplitud de nueva ciencia", indica Heidi Hammel, vicepresidenta de ciencia de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía en Washington DC.

Planeta gigante, gran precio

Si la NASA decide llevar a cabo una misión a Urano, que podría costar hasta 4.200 millones de dólares, podría encontrar un socio en la Agencia Espacial Europea (ESA). En 2021, la ESA publicó un estudio de priorización de largo alcance, que incluía una propuesta de que la agencia se asociara con otra para estudiar un planeta gigante de hielo.

"La pregunta clave ahora es si hay espacio en los presupuestos nacionales y el programa científico de la ESA para una asociación ambiciosa", comenta Leigh Fletcher, científico planetario de la Universidad de Leicester, Reino Unido. "Tendremos que esperar y ver".

Urano (izquierda) y Neptuno (derecha) vistos por la Voyager 2, la única sonda que ha visitado los planetas.
Urano (izquierda) y Neptuno (derecha) vistos por la Voyager 2, la única sonda que ha visitado los planetas.

El nuevo informe de los Estados Unidos cubre muchos aspectos de la exploración planetaria y es probable que guíe las decisiones de la NASA y la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos en los próximos años. Su segunda prioridad más alta para una misión planetaria insignia, después de Urano, es una sonda a la luna de Saturno, Encelado, que tiene columnas de agua que brotan de un océano enterrado.

Esa misión enviaría un módulo de aterrizaje a la superficie de Encélado, para recoger el material depositado por uno de los penachos y buscarlo en busca de evidencia de vida

Esa misión enviaría un módulo de aterrizaje a la superficie de Encélado, para recoger el material depositado por uno de los penachos y buscarlo en busca de evidencia de vida.

Vigilancia de rocas espaciales

Po otro lado, por primera vez, el informe analizó los preparativos de la NASA para defender la Tierra de asteroides peligrosos. Aconseja a la agencia que lance una misión para detectar los cercanos a la Tierra lo antes posible, un proyecto que la NASA anunció recientemente que retrasaría dos años, hasta 2028, para ahorrar dinero.

Y el informe destaca el triste estado de la equidad y la inclusión en la ciencia planetaria de los Estados Unidos. Señala que los científicos de grupos minoritarios raciales y étnicos se enfrentan rutinariamente a la discriminación y que el liderazgo de las misiones planetarias no refleja la diversidad que debería.

Fuente: Nature.