Antes de convertirse en mensajero de Dios, Mahoma solía retirarse a la cueva en la cima de la montaña Hira. Meditaría en soledad, lejos de la cultura politeísta de la Meca tribal durante todo el mes de Ramadán. No estamos seguros si este retiro implicó ayuno.
En el año 610, cuando tenía 40 años, volvió a subir al mismo lugar para meditar. Varias semanas después, una forma angelical apareció ante él y le ordenó que leyera. Él respondió que no sabía hacerlo. La forma angelical lo apretó con fuerza y repitió la orden. Esto continuó tres veces, tras lo cual se revelaron los primeros cinco versos del Sagrado Corán:
“Lee en el nombre de tu Señor que creó a los humanos de un pedazo de carne. Lee, porque tu Señor es el Más Generoso. Quien enseñó a los humanos con la pluma. Quien enseñó a los humanos lo que no saben”.
Este incidente marcó el comienzo del Islam, la revelación del Corán y la misión profética del Profeta Muhammad
Mahoma todavía no era capaz de leer de forma convencional, pero entendió que se le pedía que leyera el libro del universo y aprendiera de él, y además entendiera que señala a su creador.
Este incidente marcó el comienzo del Islam, la revelación del Corán y la misión profética del Profeta Muhammad.
En 624, cuando los musulmanes emigraron a Medina para escapar de la persecución, el mes de Ramadán fue declarado sagrado en virtud del inicio de la misión del Profeta y la revelación del Corán. El ayuno fue instituido en este mes como uno de los cinco pilares del Islam, como una forma para que los creyentes muestren su agradecimiento a Dios y reflexionen sobre las enseñanzas del Corán y su importancia.
¿Quién observa el ayuno de Ramadán?
El ayuno de Ramadán consiste en dejar de comer, beber y tener relaciones sexuales desde el amanecer hasta la puesta del sol. Los practicantes pueden participar en todos estos actos una vez que se rompe y reiniciarlo al amanecer siguiente. El ciclo continúa durante un mes entero.
El ayuno de Ramadán es uno de los más observados de todos los pilares del Islam, con el 70-80% de los musulmanes practicándolo. Es obligatorio para todos, hombres y mujeres, desde la edad de la pubertad.
Los viajeros, ancianos, enfermos, embarazadas y madres lactantes están exentos, con la condición de que recuperen los días perdidos en un momento adecuado después del Ramadán
Hay exenciones. Los viajeros, ancianos, enfermos, embarazadas y madres lactantes están exentos, con la condición de que recuperen los días perdidos en un momento adecuado después del Ramadán. Los ancianos y los enfermos crónicos compensan los días haciendo una pequeña donación a la caridad, si pueden permitírselo.
Dado que el ayuno es desde el amanecer hasta la puesta del sol, la duración cambia según la estación y el lugar del mundo en el que se encuentre el musulmán. Cerca de las regiones polares, puede ser de casi 22 horas en verano o de unas pocas horas en invierno.
Importancia espiritual y beneficios del ayuno de Ramadán
Una persona que ayuna siente físicamente el valor y la necesidad de un sustento básico cuando experimenta los dolores del hambre y la sed. Dado que un creyente ayuna por causa de Dios, reconoce que el sustento, que puede darse por sentado, en realidad proviene de Él. Por lo tanto, el ayuno en la tradición islámica es la mejor manera de mostrar una verdadera y sincera acción de gracias.
Por otro lado, el ejercicio constante de la fuerza de voluntad de no comer, beber o tener relaciones sexuales envía un fuerte mensaje de que es la voluntad humana, por lo tanto, el espíritu, quien tiene el control. No se trata solo de permanecer hambriento o sediento, sino también de luchar para contener otros comportamientos dañinos.
Por lo tanto, el beneficio espiritual fundamental del ayuno es ejercitar la fuerza de voluntad y lograr el autocontrol, esencial para el éxito en cada parte de la vida.
Celebraciones de Eid al final del Ramadán
El ayuno tiene otros beneficios personales y sociales. A través de éste, los ricos saben lo que significa tener hambre. Por lo tanto, estarán más inclinados a dar caridad cuando ayunen. Las limosnas islámicas anuales (zakat) generalmente se pagan en Ramadán.
Los musulmanes a menudo invitan a amigos y familiares a unirse a la celebración de las cenas de desayuno (iftar). Los ricos organizan cenas para los pobres
Los musulmanes a menudo invitan a amigos y familiares a unirse a la celebración de las cenas (iftar). Los ricos organizan cenas para los pobres.
En las últimas décadas, las minorías musulmanas de los países occidentales han comenzado a invitar a sus amigos no musulmanes a cenas iftar.
Los presidentes de EEUU también las han celebrado en la Casa Blanca. El Ramadán se ha convertido en un evento cultural para todos
En Australia, el primer ministro de Nueva Gales del Sur, por ejemplo, organiza cenas iftar para miembros de la comunidad musulmana y otros líderes religiosos desde 2004. Los presidentes de EEUU también las han celebrado en la Casa Blanca. El Ramadán se ha convertido en un evento cultural para todos.
Culmina con una celebración de tres días (Eid al-Fitr), donde los musulmanes ofrecen una oración matutina especial y luego visitan a familiares y amigos. La caridad, llamada fitr, se da a los pobres para asegurarse de que nadie se quede fuera de las celebraciones y de la alegría del éxito que viene con el ayuno.
Fuente: The Conversation.
