Salmonella es el nombre de la bacteria que causa la salmonelosis, una de las enfermedades zoonóticas, es decir, transmisible de animales a humanos, más comunes en Europa. La salmonela es también una de las principales causas de intoxicación alimentaria. Se transmite a humanos a través del consumo de alimentos contaminaos no manipulados o no cocinados correctamente.
Tradicionalmente, la salmonelosis se ha asociado con el huevo de la gallina, o para ser más exactos, con su almacenamiento a temperatura ambiete y su manejo e ingestión sin cocinar. También con las carnes como el pollo, el pavo y el cerdo. A pesar de que cada año 8.000 personas padecen la enfermedad de la salmonelosis en España, los casos totales han descendido notablemente gracias a la aplicación de programas coordinados de control en animales para reducir la prevalencia del patógeno en las granjas y los animales derivados, según señala MSD Animal Helth.
Más de 8.000 personas se contagian de salmonelosis cada año en España
Las condiciones ambientales son una de las variantes que provocan el incremento de aparición de la salmonelosis. Según datos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), sin embargo, la incidencia ha podido reducirse en casi un 50% tras la implementación del Programa Nacional de control de la bacteria, puesto en marcha en la Unión Europea (UE) en 2007.
El programa contempla la aplicación de un sistema de vacunación adecuado y un estricto control de la cadena alimentacia.
La innovación, clave para prevenir la enfermedad
La innovación es una pieza clave del engranaje puesto en marcha para ayudar a prevenir la enfermedad. En la actualidad ya se han producido muchas vacunas experimentales para luchar contra la salmonelosis en avicultura, con una amplia variedad disponibles para su uso. Aún así, la innovación en el desarrollo de nuevas vacunas eficaces por parte de laboratorios están a la vanguardia se muestra como decisiva para aportar a los profesionales de la salud animal y pública las herramientas necesarias para evitarla.
El laboratorio MSD Animal Health está desarrollando nuevas técnicas para la prevención de la salmonelosis. De hecho, esta compañía acaba de desarrollar la única vacuna que protege frente a 3 serotipos diferentes, y protección cruzada frente a otros 3.
Sin embargo, aún queda trabajo por hacer. Por ello, para prevenir posibles brotes, especialmente en estas fechas veraniegas, es necesario adoptar unas medidas de prevención básicas. Entre ellas, las siguientes:
Vigile la higiene personal
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Las carnes, pescados y productos de repostería deben estar refrigerados o congelados.
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Rechace los huevos que no estén etiquetados y los que no lleven fecha de consumo preferente, estén sucios o rotos.
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En bares, cafeterías, restaurantes hay que rechazar los alimentos elaborados que, precisando de refrigeración, estén expuestos a temperatura ambiente.
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Cuide de que los niños se laven con agua caliente y jabón las manos antes de comer y después de haber jugado con sus mascotas: perros,gatos, tortugas, patos, pollos, etc.
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Ayude a ancianos, niños pequeños y personas con discapacidad en su cuidado e higiene personal y, en especial, en caso de procesos diarreicos
Extreme las precauciones al preparar y consumir la comida
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Extreme la limpieza e higiene de las manos cuando se preparen alimentos.
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Compruebe que las superficies, recipientes y utensilios en contacto con los alimentos estén limpios antes y después de cada uso.
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No rompa los huevos en los bordes de los recipientes donde vayan a ser batidos y emplee dicho recipiente únicamente para esa operación.
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No separe las claras de las yemas aprovechando la propia cáscara del huevo.
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Descongele las carnes y pescados en recipientes cerrados dentro de los frigoríficos.
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Cocine de forma suficiente los mariscos comprados vivos.
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Evite comer huevos crudos o alimentos poco cocidos que contengan huevos crudos.
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No consuma carnes insuficientemente cocinadas, especialmente las de aves.
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No tome leche cruda.
Conserve la comida preparada adecuadamente
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No hay que poner en contacto alimentos crudos con comida preparada.
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Utilizar recipientes herméticos para guardar y mantener la comida refrigerada.
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Conservar en los frigoríficos los alimentos cocinados y sobras de comida hasta su consumo.
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Cualquier mayonesa o salsa similar, si es casera, debe ser consumida inmediatamente tras su elaboración, sin guardar las cantidades sobrantes. Si es industrial, debe ser mantenida en el frigorífico una vez iniciado su consumo.
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Consérvese siempre en los frigoríficos cualquier pastel, natillas, salsas, etc, y consúmanse a las 24 horas posteriores a su elaboración.
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En las excursiones no deje nunca alimentos preparados al sol o dentro del coche. Consérvelos en una nevera portátil.
Fuente: MSD Animal Health
