Bañar elefantes, una crueldad maquillada

A medida que tomamos conciencia de la crueldad que hay detrás de los paseos en elefante u otros espectáculos con estos animales, surgen otras opciones de negocio que, bajo un velo de ayuda y cuidado esconden el mismo proceso de maltrato.

Planeta 2030

Los turistas están contribuyendo con la crueldad hacia los elefantes sin saberlo al elegir interacciones más “sutiles” como por ejemplo bañarlos; pero esta actividad causa tanto sufrimiento como los espectáculos o los paseos en elefante.

Una investigación de World Animal Protection revela que los turistas cada vez tienen más conocimiento de que los espectáculos y paseos sobre elefantes causan sufrimiento a estos animales. Pero esta percepción ha llevado al auge de una nueva moda: bañar elefantes. En los últimos cinco años, se ha más que triplicado en Tailandia el número de estas “inocentes” ofertas.

El cruel “entrenamiento” de los elefantes

Ya sea que hayan sido capturados o criados en cautiverio, todos los elefantes usados para contacto directo con los turistas, como el caso de los baños, han pasado por un terrible “entrenamiento”. 

Dicho entrenamiento implica que las crías de elefante son arrebatadas a sus madres, privadas de agua y alimentos, encerradas lejos de otros elefantes y, en muchos casos, golpeados hasta lograr controlarlos a base de temor. 

Cuando los turistas visitan lugares para bañar elefantes, están contribuyendo a que se perpetúe la crueldad hacia los elefantes 

Los lugares que ofrecen estas experiencias de baño de elefantes, se muestran falsamente como santuarios o centros de rescate, logrando engañar a muchos turistas con buenas intenciones. 

La industria del entretenimiento con elefantes es parte del multimillonario comercio de vida silvestre.

Elefantes, no mercancías   

Los elefantes son un gran negocio para el turismo. La oferta abarca espectáculos, paseos sobre elefantes, baños con elefantes y el uso de estos animales como accesorios para fotos y selfies. En Asia hay alrededor de 3.800 elefantes cautivos que son explotados para entretenimiento y turismo repartidos en 357 lugares. 

Tailandia ha incrementado un sorprendente 70% el número de elefantes cautivos en 10 años; por lo que este país alberga tres cuartas partes de los elefantes cautivos en Asia.

2.390 elefantes (63%) sufren en condiciones severamente graves en 357 lugares en los países estudiados, y de esos, sólo 279 elefantes (7%) se mantienen en lugares de alto bienestar.

Los datos anteriores contrastan cuando en 2015 2.242 elefantes (77%) vivían en condiciones no adecuadas y 194 (7%) se mantienen en lugares de alto bienestar.

Antes de la pandemia de COVID19, la industria de elefantes cautivos generaba entre 581 y 770 millones de dólares cada año.