Un buitre negro de los Pirineos, primera ave carroñera intoxicada por diclofenaco

Un estudio ha permitido describir el primer caso en Europa de intoxicación por diclofenaco de uso veterinario de un buitre negro, demostrando el peligro real de este fármaco para estas aves que se alimentan de ganado.

Un buitre negro nacido en 2020 en la colonia de la Reserva Nacional de Caza de Boumort, en el Prepirineo de Lleida, ha sido la víctima del primer caso que se registra en España y en Europa de intoxicación de un ave carroñera por diclofenaco.

Los autores confirman por primera vez que los buitres en Europa pueden morir al ingerir carroña de ganado tratado con diclofenaco

Según el estudio publicado en la revista Science of the Total Environment, este fármaco, en su formulación para uso veterinario, ha sido la causa de la muerte de este ejemplar, cuya especie está amenazada y catalogada en España como 'vulnerable'.  

Los autores, especialistas de varias entidades españolas, confirman así por primera vez que los buitres en Europa pueden morir al ingerir carroña de ganado tratado con diclofenaco.

Las organizaciones conservacionistas españolas y europeas vienen alertando desde hace años del riesgo para estas aves que conlleva el diclofenaco. Este fármaco antiinflamatorio no esteroideo (AINE), en su uso veterinario, fue el causante de una dramática disminución de las poblaciones asiáticas de varias especies de buitres a principios del siglo XXI, en una magnitud sin precedentes.

La colaboración, un factor decisivo

La investigación que ha permitido la confirmación de este caso de intoxicación por diclofenaco se remonta al 24 de septiembre de 2020, con la muerte ese día en su propio nido de un buitre negro nacido el año pasado en Boumort y que pocos días antes había iniciado los primeros vuelos. El emisor GPS que portaba el animal permitió al equipo de GREFA que se encarga del seguimiento de esta colonia interpretar esta información y localizar el cadáver del ejemplar.

Dos días antes de su muerte, este joven buitre negro fue observado y fotografiado por dos técnicos que estaban revisando los pollos nacidos en Boumont 

Dos días antes de su muerte, este joven buitre negro fue observado y fotografiado por dos técnicos que estaban revisando los pollos nacidos en Boumont. Aparentemente estaba en buen estado y sus padres les observaban de muy cerca desde un pino silvestre.

La coordinación de GREFA con los grupos de Agents Rurals especializados en veneno y antifurtivismo (GEVA) y en trabajos verticales (GSMu), así como con el Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Cataluña y el equipo técnico de la Reserva de Boumort, hicieron posible el rápido traslado del cadáver del buitre negro al Centro de Fauna de Vallcalent, en Lleida.

En este centro gestionado por la Generalitat de Cataluña se hizo la necropsia del animal por parte de los equipos veterinarios de Vallcalent y GREFA, que pudieron extraer a tiempo las muestras para su posterior analítica.

De hecho, han sido los análisis anatomopatológicos realizados en Noah's Path, en Elche, y los toxicológicos que ha llevado a cabo el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC–CSIC, UCLM, JCCM), con sede en Ciudad Real, los que han confirmado sin lugar a dudas la muerte de este buitre negro por una intoxicación con diclofenaco.

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El buitre negro intoxicado por diclofenaco, fotografiado con vida dos días antes de conocerse su muerte en el nido. / GREFA

Medidas preventivas ineludibles

El animal pudo, durante sus primeros vuelos, alimentase con restos de ganado tratado con este fármaco –por el emisor GPS se sabe que el día anterior a su muerte estuvo en un punto de alimentación habilitado para el buitre negro en Boumort– o bien intoxicarse por el alimento que sus padres le aportan cuando estuvo en el nido, si bien es cierto que los adultos progenitores no resultaron afectados.

Ahora ya sabemos que el riesgo de que mueran buitres negros o aves carroñeras de otras especies en Europa por esta causa es muy real e incluso pueden haber ocurrido casos previos que no hayan sido detectados

“Ahora ya sabemos que el riesgo de que mueran buitres negros o aves carroñeras de otras especies en Europa por esta causa es muy real e incluso pueden haber ocurrido casos previos que no hayan sido detectados”, indica Ernesto Álvarez, presidente de GREFA y uno de los autores del artículo.

“España, al albergar con diferencia las mayores poblaciones de buitres europeos, tiene una responsabilidad hacia la conservación de estas aves que ya no puede eludir de ninguna manera, a la vista de los resultados de este revelador estudio”, afirma Álvarez.

Los autores del estudio consideran necesario arbitrar las medidas que se precisen para impedir que los buitres se alimenten de cadáveres y restos de ganado tratado con diclofenaco. En el caso de que estas medidas preventivas no se lleven a cabo con todas las garantías, recomiendan una moratoria en el uso veterinario del diclofenaco y buscar fármacos alternativos no tóxicos para estas aves.