Los investigadores grabaron el comportamiento de los pulpos sombríos (Octopus tetricus) en la Bahía de Jervis (Australia) en los años 2015 y 2016. Después, analizaron 24 horas de grabación a lo largo de varios días e identificaron 102 casos de lanzamiento de desechos en un grupo de aproximadamente diez pulpos, aunque la identificación individual no siempre fue posible.
Concluyeron que estos cefalópodos recogen material, como limo o conchas, y lo propulsan mediante un chorro de agua de su sifón, una estructura en forma de tubo que puede expulsar agua a gran velocidad. Además, los impulsan entre sus brazos y a través del agua, arrojando el material a varios metros de distancia.
Para realizar este lanzamiento, tenían que mover su sifón en una posición inusual, lo que sugiere que el comportamiento era deliberado. Asimismo, se observó en ambos sexos, aunque el 66 % de ellos los realizaron las hembras.
“Los pulpos salvajes proyectan varios tipos de material a través del agua en lanzamientos impulsados por chorros, que a veces golpean a otros ejemplares”
"Los pulpos salvajes proyectan varios tipos de material a través del agua en lanzamientos impulsados por chorros, que a veces golpean a otros ejemplares. Hay indicios de que algunos de ellos son selectivos y desempeñan una función social”, aseguran los científicos.
Un comportamiento poco habitual en animales no humanos
Estos cefalópodos pueden cambiar la coloración de su piel, y los colores oscuros se asocian generalmente con la agresión. Los científicos descubrieron que los individuos de coloración oscura tendían a lanzar con más fuerza y eran más propensos a golpear a otro ejemplar.
El 17 % de estos impulsos de material golpearon a otros pulpos, que a menudo alteraban su comportamiento agachándose o levantando los brazos en dirección al lanzador
Cerca de la mitad de los lanzamientos se produjeron durante o alrededor del momento de interacción con otros pulpos, como sondeos de brazos o intentos de apareamiento. El 17 % de éstos golpeó a otros, que a menudo alteraban su comportamiento agachándose o levantando los brazos en dirección al lanzador.
Es la primera vez que se informa de un comportamiento de este tipo en estos animales. Los autores afirman que, aunque es difícil determinar su intención, los observados sugieren que, al menos en algunos contextos sociales, estos pulpos son capaces de realizar lanzamientos dirigidos, un comportamiento que solo se había observado anteriormente en unos pocos animales no humanos.
Fuente: Sinc.