A pesar de que ha estado en el planeta desde la época de los dinosaurios, se sabe muy poco sobre el tiburón anguila. Raramente observado y casi nunca filmado, fue nombrado Chlamydoselachus anguineus por el zoólogo estadounidense Samuel Garman en 1884 en un artículo titulado “Un tiburón extraordinario”.
Chlamydoselachus anguineus, cuyo nombre procede del griego chlamy (volante), selachus (tiburón) y anguineus, en latín “parecido a una anguila”, se describe como un fósil viviente. Ostensiblemente no ha cambiado de apariencia durante millones de años.
Su enorme boca alberga alrededor de 300 dientes en forma de tridente, cada uno de los cuales tiene tres ganchos afilados como agujas
Este animal, de aspecto extraño que nada como una serpiente, también es conocido como tiburón de volantes, debido a los seis pares de hendiduras branquiales que tiene en cada lado con volantes rojos, pero su arma principal son sus dientes petrificantes.
Su enorme boca alberga alrededor de 300 dientes en forma de tridente, cada uno de los cuales tiene tres ganchos afilados como agujas. Se dice que la frase “muerte por mil cortes” fue inventada para la desafortunada presa de esta amenaza marina.
Cuando nace, su tamaño es de unos 40 centímetros y los científicos creen que, debido a que su hábitat de aguas profundas, ralentiza sus procesos metabólicos. El período de gestación del tiburón anguila puede ser de hasta tres años y medio. Éste es el más largo de cualquier animal, terrestre o marino, y casi el doble que el del elefante africano.
En la madurez, los machos miden entre 95 centímetros y 1,6 metros y las hembras alrededor de 1,35 metros. Su coloración varía del marrón chocolate al gris oscuro según el lugar donde se encuentre.
Una vida adaptada al abismo
Chlamydoselachus anguineus está perfectamente adaptado a la vida en el abismo. Tiene un esqueleto cartilaginoso, una cavidad corporal larga y un hígado enorme lleno de aceites e hidrocarburos de baja densidad para que pueda controlar su flotabilidad. Por lo general, el tiburón anguila se encuentra en profundidades de entre 50 y 200 metros, pero se sabe que vaga hasta los 1.500 metros en busca de comida.
Su hábitat se puede encontrar desde el norte de Noruega hasta Irlanda, Francia, Marruecos y Namibia, en el Atlántico oriental, y en las aguas de Nueva Inglaterra, Georgia y Surinam en el Atlántico occidental
Con una distribución amplia pero muy irregular, su hábitat se puede encontrar desde el norte de Noruega hasta Irlanda, Francia, Marruecos y Namibia, en el Atlántico oriental, y en las aguas de Nueva Inglaterra, Georgia y Surinam en el Atlántico occidental.
En el Pacífico occidental, se hallan desde Japón hasta el sureste de Australia, Tasmania y Nueva Zelanda y en el Pacífico oriental, se localiza cerca de Hawái, California y la costa norte de Chile.
Fuente: Discovery.