Con el Día Mundial del Reciclaje que se celebra hoy se busca concienciar a la sociedad acerca del tratamiento de los desechos, con el objeto de reducir el impacto ambiental que generan.
De esta manera, todas las personas pueden sumarse con pequeñas acciones en su día a día para mejorar el Medio Ambiente. Reciclar consiste en lograr nuevos productos a partir de desechos, y así reducir el consumo de materias primas y de residuos.
A través del reciclaje se pueden:
- Reducir el volumen de residuos y la contaminación del agua, el suelo y el aire.
- Preservar los recursos naturales.
- Ahorra energía.
- Fomentar la economía circular.
- Aumentar la calidad ambiental.
El reciclaje y los colores
¿Cuáles son los colores de los contenedores de reciclaje en España? Existen 5 tipos de colores de los contenedores de reciclaje, específicos para diferentes materiales, que tienen como objeto simplificar el proceso de reciclaje.
Contenedor amarillo
Dentro del contenedor de color amarillo se han de depositar botellas y envases de plástico, envases metálicos (latas, bandejas de aluminio, aerosoles, botes de desodorante…) y briks.
En el contenedor amarillo no deben depositarse juguetes de plástico, biberones, chupetes, utensilios de cocina o cubos de plástico
Un un error muy común es pensar que todos los objetos fabricados con plástico se tiran en este contenedor. En el contenedor amarillo no deben depositarse juguetes de plástico, biberones, chupetes, utensilios de cocina o cubos de plástico. Todos estos productos deberán ir a los puntos limpios.
Contenedor azul
El contenedor azul es el destinado para envases de cartón y papel exclusivamente. Algunos de estos productos pueden ser envases de alimentación, calzado, productos congelados, papel para envolver o papel de uso diario.
Los desechos diarios como servilletas de cocina o papeles sucios deben ir con los desechos orgánicos (contenedor marrón)
Suele ser el más fácil de distinguir y de usar, aunque también se cometen algunos errores. ¿El más habitual? Tirar aquí los briks que, como veíamos anteriormente, deben depositarse en el contenedor amarillo, ya que están compuestos por cartón, plástico y aluminio. Además, los desechos diarios como servilletas de cocina o papeles sucios deben ir con los desechos orgánicos (contenedor marrón).
Contenedor verde
En el contenedor verde debemos depositar botellas de vidrio, frascos de vidrio (como perfumes o colonias) y tarros de alimentos (mermeladas, conservas, etc).
Es común pensar que en el contenedor verde deben tirarse bombillas, espejos, ceniceros, vasos o vajillas, pero todos estos productos deben llevarse a puntos limpios o a centros de recogida
Por supuesto, aquí también hay algunas meteduras de pata. La más importante, ¡es que debemos diferenciar entre el vidrio y el cristal! Es común pensar que en el contenedor verde deben tirarse bombillas, espejos, ceniceros, vasos o vajillas, pero todos estos productos deben llevarse a puntos limpios o a centros de recogida.
Contenedor marrón (orgánico)
El contenedor marrón -también conocido como orgánico- surge como división del contenedor gris. Es curioso saber que no existe en todas las Comunidades Autónomas. Algunas de las pioneras son País Vasco, Navarra, Cataluña o Madrid.
En él deben depositarse los restos de alimentos como pieles de frutas, espinas de pescado, plantas, cáscaras de huevo o posos; o servilletas y papel de cocina usados
En él deben depositarse los restos de alimentos como pieles de frutas, espinas de pescado, plantas, cáscaras de huevo o posos; o servilletas y papel de cocina usados. Todos los restos depositados servirán para hacer compost, que se usará como fertilizante y como generador de energía.
¿Los errores más comunes? Tirar material no orgánico como objetos de cerámica, pañales, colillas, chicles, toallitas húmedas, arena para mascotas…
Contenedor gris (restos)
Este contenedor es el adecuado para tirar todos aquellos residuos que no se reciclan ni pueden usarse para hacer compost. Es decir, si no se puede depositar en ninguno de los contenedores anteriores, su lugar es el contenedor gris (o de restos).
Aquí se depositan materiales como juguetes, biberones, chupetes, utensilios de cocina, pañales, objetos cerámicos, arena para mascotas, pelo, polvo, colillas, etcétera. Es decir, todo aquello que no puede ser reutilizado. Muchos de los objetos que depositamos en el cubo gris podrían tratar de repararse o llevarse a un punto limpio.
La regla de las 3R
Además de los colores, en el mundo del reciclaje existe la regla de las tres R. ¿De qué se trata? Es una regla que engloba las palabras reducir, reciclar y reutiliza (3R), para cuidar el medioambiente.
Es fácil de memorizar y aplicar en todo momento ante un residuo, ya que se complementan entre sí. Además, ayuda a tirar menos basura, ahorrar dinero y ser un consumidor más responsable.
Regla de las 3R: reducir
Se aplica para tratar de reducir o simplificar la cantidad de residuos que se generan a diario producto de nuestro consumo. Se puede, por ejemplo, comprar en vez de seis botellas de gaseosa pequeñas, dos grandes; optar por bolsas de tela, envases reutilizables y ser un consumidor más responsable: pensar ante cada compra si es estrictamente necesario ese bien o no.
Regla de las 3R: reciclar
Si no se puede reducir, el reciclaje es la aplicación de un conjunto de técnicas que le volverá a dar vida a un objeto antes de que se convierta en un residuo desechable. La idea es poder volver a utilizar las cosas y darles la mayor utilidad posible antes de que llegue la hora de lanzarla a la basura.
Regla de las 3R: reutilizar
Y, por último, hay una tercera alternativa complementaria a las anteriores es la de reutilizar. Consiste en volver a darle “vida” a los objetos que íbamos a tirar a la basura y que ahora cumplan una función diferente.