¿Qué es un combustible fósil?

Un combustible fósil es una fuente de energía que procede de la descomposición de la materia orgánica y cuya trasformación tarda millones de años. Se clasifica en tres tipos: petróleo, carbón y gas natural.

Juan Domínguez

El petróleo de uno de los tres tipos de combustibles fósiles.
El petróleo de uno de los tres tipos de combustibles fósiles.

Las personas necesitan energía para poder llevar a cabo muchas de las actividades que desarrollan, desde calentar su hogar en los meses de frío a poder desplazarse gracias a algún medio de transporte. En el tejido industrial, su uso abarca desde segmentos que han sido, siempre, consustanciales a la evolución humana, como la agricultura, hasta las modernas fábricas que producen en serie toda clase de aparatos de tecnología, de automoción o de consumo en general.

Las renovables se caracterizan porque se reemplazan con el uso del tiempo, no causando por regla general, un deterioro en el medioambiente y en los ecosistemas

Existen dos tipos de fuentes de energía desde el punto de vista de su procedencia. Por un lado, están las renovables, cuyo crecimiento está siendo muy importante especialmente en los últimos años, contribuyendo a la sostenibilidad del planeta. Se caracterizan porque se reemplazan con el uso del tiempo, es decir, que tienen una vocación de permanencia, no causando por regla general, un deterioro en el medioambiente y en los ecosistemas. Los parques eólicos, los solares o los basados en la energía hidráulica o en la mareomotriz son algunos ejemplos.

Las energías renovables han tenido un importante crecimiento en los últimos años.
Las energías renovables han tenido un importante crecimiento en los últimos años. Foto: IStock.

Por otro lado, las fuentes no renovables tienen el problema de que su uso es finito, por lo que están amenazadas permanentemente por el riesgo de desaparición si se produce una sobreexplotación continuada. Esta realidad provoca, con frecuencia, una tendencia hacia el incremento en el precio del petróleo, de manera que, a mayor coste, se desincentiva su empleo.

Los combustibles fósiles se basan en los depósitos de organismos fósiles que en algún momento del pasado estuvieron vivos

Dentro de esta tipología, se engloban los combustibles fósiles, que se basan en los depósitos de organismos fósiles que en algún momento del pasado estuvieron vivos.

Gracias a un proceso que se extienden durante varios siglos, se conforman éstos, a través de las uniones que se producen entre el carbón y el hidrógeno a partir de la descomposición de la materia orgánica, es decir, de todos aquellos restos de plantas o animales que, tras morir, se han ido transformando por la acción de la propia naturaleza.

Los tipos de combustibles fósiles

En general, se pueden clasificar los combustibles fósiles en tres: carbón, petróleo y gas natural. El carbón se origina a lo largo de varios millones de años por el depósito en la tierra de materia vegetal, que, de manera paulatina, se compacta y se calienta. Suele extraerse de las minas.

El carbón suele extraerse de las minas.
El carbón suele extraerse de las minas. Foto: IStock.

En las últimas tres décadas, su uso en especial en los países desarrollados, ha caído, en favor del petróleo o del gas natural, aunque, aun así, desde mediados del siglo XX hasta hoy, su consumo mundial se ha duplicado con China e India a la cabeza. Es probablemente el combustible fósil más abundante, y se estima que al ritmo actual el planeta todavía posee reservas para, al menos, los próximos 200 años.

El petróleo tiene su origen en los restos de microorganismos marinos que se acumulan en el fondo de los océanos

Por su parte, el petróleo tiene su origen en los restos de microorganismos marinos que se acumulan en el fondo de los océanos. En un proceso lento pero constante, que se puede extender durante varios millones de años.

Estos materiales se depositan en rocas, en las que el petróleo, más adelante, se extrae por medio de plataformas, transformándose mediante un proceso de refinamiento. Es decir, el crudo del petróleo es una mezcla de hidrocarburos, desde el más sencillo (CH4, metano), hasta especies complejas con 40 átomos de carbono, pero se tiene que transformar, a través de un procedimiento de destilación fraccionada, para ser útil.

Vista aérea de una refinería de petróleo de Tejas y tanques de almacenamiento de combustible.
Vista aérea de una refinería de petróleo de Texas y tanques de almacenamiento de combustible. Foto: IStock.

Se puede encontrar a distintas profundidades de los mares, desde los 600 metros hasta los 5.000 metros. El problema principal es que tanto su extracción como su utilización provocan elevados niveles de polución.

Entre los usos más frecuentes del petróleo cabe destacar el de combustible doméstico e industrial, el de carburante y lubricante, y como materia prima básica en la industria petroquímica

Entre los usos más frecuentes del petróleo cabe destacar el de combustible doméstico e industrial, el de carburante y lubricante, y como materia prima básica en la industria petroquímica. De hecho, hoy, es responsable de alrededor del 60% de los productos químicos que proceden de esta industria, como son los casos del plástico, de los explosivos, de muchos disolventes, de abonos o de anticongelantes, por citar algunos ejemplos.

Finalmente, el gas natural es un recurso fósil gaseado también muy abundante y, en general, limpio, si se le compara con el petróleo o con el carbón. Su origen es el mismo que el del petróleo (el depósito de microorganismos marinos), aunque a diferencia de éste que se comenzó a utilizar masivamente hace apenas tres décadas. Consiste, fundamentalmente, en metano que queda comprimido en las grandes profundidades de la tierra y que se extrae, también, gracias a la perforación.

Tanques de almacenamiento de gas.
Tanques de almacenamiento de gas. Foto: IStock.

Cada vez tiene un uso más extendido gracias, entre otras razones, a su alto poder calórico, a que es fácil de utilizar en hogares e industrias y a su versatilidad. Cuenta con dos problemas principales: al ritmo actual, se estima que pueden agotarse las reservas mundiales en un plazo menor a 50 años. Además, sus precios en el mercado están íntimamente ligados a los del petróleo, por lo que suelen tener una tendencia cíclica al encarecimiento.

Consecuencias del uso de los combustibles fósiles

La contaminación del aire por la quema de estos combustibles fósiles está detrás de alrededor de 4,5 millones de muertes anuales en todo el mundo y genera unas pérdidas económicas estimadas en 2,9 billones de dólares, lo que equivale a aproximadamente un 3,3% del PIB mundial, según revela un informe elaborado por Greenpeace y el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA).

Es necesario avanzar a marchas forzadas hacia una sociedad baja en carbono que deje atrás los combustibles fósiles y apueste por el desarrollo de las energías renovables

Además, su uso representa un gran problema de sostenibilidad y de deterioro para el medio ambiente, por ello es necesario avanzar a marchas forzadas hacia una sociedad baja en carbono que deje atrás los combustibles fósiles y apueste por el desarrollo de las energías renovables, la bioenergía, el transporte sostenible y la reducción de la deforestación.

Fuente: BBVA.

La composición del petróleo, su extracción y sus gases contaminantes ponen en grave riesgo al planeta. Foto: IStock.

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