Inmersa en una naturaleza exuberante que nos regala paisajes imborrables, Huesca se alza a los pies de los Pirineos para ofrecernos cientos de rincones por descubrir, con un patrimonio histórico que nos remonta hasta las pinturas rupestres y una belleza que nos cautivará sin remedio.
Porque ya casi nos merecemos una escapada de verdad, te proponemos cinco puntos a marcar en tu hoja de ruta que, una vez visitados, permanecerán imborrables en tu memoria.
1.- Sus Parques
La naturaleza es uno de los puntos fuertes de Huesca y puede estar orgullosa de albergar tres Parques Naturales y uno Nacional: Ordesa y Monte Perdido, la sierra y los cañones de Guara, Posets-Maladeta y Los Valles Occidentales.
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es la enseña de Huesca, un lugar único, fascinante y espectacular, sin hacer de menos al Parque Natural del Posets donde, además del Aneto, la cumbre más alta de los Pirineos, encontraremos la mayor concentración de tresmiles de la cordillera.
Cuatro ríos e infinidad de barrancos son los responsables del inmenso paisaje cárstico del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, cincelado a través de millones de años en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, mientras que el Parque Natural de los Valles Occidentales esconde el bosque atlántico mejor conservado de Aragón.
2.- Una capital medieval
Capital del que fuera reino de Sobrabe, Aínsa ha retenido en sus calles y edificios la esencia del medievo.
En 1965 su casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico Artístico, como reconocimiento a su belleza y excelente conservación.
3.- El Castillo de Loarre
De una belleza inigualable, hecho uno con la montaña, es el castillo fortificado más antiguo de España, y por algo Ridley Scott lo eligió para rodar las primeras escenas de la película El reino de los cielos.
Es uno de los castillos medievales mejor conservados de Aragón y, además, puede presumir de ser una de las fortalezas románicas mejor conservadas de Europa. Ha sido castillo, fortaleza, residencia real y monasterio
4.- San Juan de la Peña
Considerado como corazón y cuna del reino aragonés, en él se sentaron las bases de lo que iba ser Aragón. Y se dice que albergó el Santo Grial.
Joya del románico y primer panteón real de Aragón, fue construido al amparo de la roca a principios del siglo X. Durante la Edad Media, su aislamiento le otorgó un carácter legendario que lo relacionaba con el Santo Grial.
Como consecuencia de un incendio, en el siglo XVII comenzó a edificarse un nuevo monasterio muy cerca del Monasterio Viejo. De estilo barroco, es conocido como Monasterio Nuevo y su interior alberga el Centro de Interpretación del Reino de Aragón (CIRA) y el Centro de Interpretación del Monasterio.
5.- Estación Internacional de Canfranc
Escondida entre altas cumbres, Canfranc nos regala su icónica estación de tren.
Pasofronterizo a través de los Pirineos entre España y Francia, entró en servicio en 1928 y fue inaugurada por el rey Alfonso XIII. Tuvo su momento de esplendor en los años treinta y se cerró entre 1945 y 1949 por desacuerdos políticos con el gobierno francés.
